martes, octubre 04, 2011

                                   El complejo Mente-Cuerpo y la infertilidad

La procreación es el instinto más básico y fuerte del reino animal, un mandato social, religioso y cultural. Para aquellas personas en las que ese instinto está bloqueado incomprensiblemente significa una tremenda carga psicológica.
Sumadas a estas presiones, la familia y los amigos que sin saber preguntan “y ustedes para cuándo” llevan al individuo y a la pareja a vivir la infertilidad como un estigma. Entenderemos entonces la acción del estrés sobre órganos, aparatos y sistemas alterando su funcionamiento y estado de salud y bienestar.

“Relajate, que ya te vas a embarazar”. Por más bien intencionado que el consejo pueda ser, puede exasperar, y hasta enfurecer, a cualquier mujer luchando contra la infertilidad. Esta escena que puede parecer hasta tener rasgos de ficción, es una situación que se presenta a diario en el consultorio de un ginecólogo especializado en infertilidad. Desde hace ya más de tres décadas que los profesionales de la medicina reproductiva hemos reconocido el impacto del estrés sobre el paciente infértil: no necesariamente como causa de la infertilidad en sí misma, pero como una seria complicación de la patología y su tratamiento.

Esta noción nos ha llevado a ver la salud reproductiva desde otra perspectiva, una perspectiva más integral: la noción de que los aspectos mentales, emocionales y físicos de la infertilidad están entrelazados. Así concluimos que encarar el tratamiento de la infertilidad sólo en su aspecto clínico es, en el mejor de los casos, ineficiente, y en el peor ineficaz. Hace cincuenta años, los colegas podrían sostener que una mujer estaba histérica y por eso no conseguía embarazarse. Con la evolución de las técnicas diagnósticas las causas psicológicas de la infertilidad han tomado una nueva dimensión y protagonismo. Hoy no dudamos de la existencia de una variedad de matices que entrecruza factores psicológicos con los fisiológicos.

Estrés, ansiedad y depresión

Las investigaciones de medicina del comportamiento o también conocida como medicina mente-cuerpo sobre la infertilidad son tan tempranos como 1987. Estudios avalados por la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard de 1993 pusieron en evidencia que los niveles de depresión y ansiedad por los que atraviesa una mujer con diagnóstico de infertilidad son comparables a los que puede atravesar un paciente con enfermedades graves coronarias, VIH e incluso cáncer.

La definición técnica de estrés involucra una respuesta de nuestro cuerpo a cualquier demanda. Puede ser la consecuencia de una gran variedad de estímulos físicos y emocionales incluyendo conflictos internos e hitos significativos de nuestras vidas. El estrés es un estado en el que tienen lugar una cadena de reacciones glandulares y hormonales con el fin de ayudar a nuestro organismo a adaptarse y enfrentar las nuevas condiciones y circunstancias del entorno. Cuando esta exigencia se sostiene en el tiempo, la reacción de estrés se convierte en un factor que amenaza al organismo, lo quebranta, volviéndolo proclive a la aparición de disfunciones y enfermedades. La experiencia negativa del diagnóstico de infertilidad o los continuos fracasos en los intentos por lograr un embarazo elevan considerablemente los niveles de estrés. Estrés que, a su vez, disminuye las probabilidades de éxito de un tratamiento de fertilidad. Sentimientos de angustia y ansiedad pueden surgir caracterizando la vida emocional de quienes transitan esta experiencia, pudiendo llegar hasta estados depresivos severos. La calidad de vida se ve afectada, las relaciones consigo mismo y con los demás.

Los síntomas de la depresión pueden variar de persona a persona, pero existen signos inequívocos que delatan su presencia. Son signos de depresión son un estado de ánimo triste o deprimido persistente que puede ir acompañado de:
• disminución o aumento de apetito;
• aumento o disminución significativo de peso;
• insomnio o hipersomnia;
• fatiga;
• sensación de intranquilidad;
• culpa excesiva o inadecuada;
• aislamiento social;
• falta de interés por las actividades que le son agradables;
• dificultad para pensar o concentrarse;
• sentimientos de inutilidad;
• pensamientos recurrentes sobre la muerte; y hasta,
• pensamientos suicidas.

Los signos de ansiedad se manifiestan en:
• preocupación o miedo de que algo malo va a ocurrir;
• temblores o contracciones nerviosas;
• fatiga;
• inquietud;
• tensión muscular;
• nerviosismo;
• mareos;
• pulso o respiración acelerados, hiperventilación;
• sudor frío y manos húmedas;
• boca seca;
• síntomas gastrointestinales como náuseas o diarrea;
• irritabilidad o impaciencia; y,
• atención dispersa.

Comparar los niveles de estrés a la que puede estar sujeta una persona con infertilidad con los de las llamadas enfermedades graves puede parecer exagerado. Sin embargo, deja de serlo cuando entran en consideración las derivaciones personales y sociales que le son propias a la experiencia de la infertilidad:
• efectos en la relación de pareja;
• influencia sobre la vida sexual;
• repercusión en las relaciones familiares y en el círculo íntimo de amistades;
• efectos sobre el desempeño laboral;
• preocupación sobre la economía; y,
• contradicciones religiosas.

Si bien el pico de estrés para las parejas que luchan contra la infertilidad se ubica entre el segundo y tercer año de intentos, los síntomas de angustia y ansiedad pueden observarse más temprano. Los especialistas comprendimos esta relación y su importancia siendo pioneros en el intento por revertir esta situación e incorporar complementos psicológicos a la terapéutica clínica.

Muchas mujeres llegan al consultorio convencidas de que “tocaron fondo”. La evidencia demuestra que aliviando esa angustia mental y emocional, los tratamientos de fertilidad se vuelven más efectivos.

Lo fundamental es saber que en Medicina el complejo mente-cuerpo está muy presente en las mujeres con infertilidad, y que éstas aprendan con ayuda psicológica y de su médico de cabecera cómo influir sabiamente sobre sus sistemas de regulación cuerpo – mente ayudará mucho para encarar los tratamientos, tomar decisiones correctas y optimizar los resultados. Convertir una situación conflictiva en una experiencia llena de significado es esencial para encarar cualquier tratamiento de fertilidad, y así tomar las decisiones correctas y aumentar sus chances de éxito.

miércoles, enero 26, 2011

LA INFERTILIDAD NO ES SOLO COSA DE MUJERES


HOMBRES  BUSCANDO  SER  PAPÁS

Entre las parejas infértiles los hombres están involucrados en dos tercios de las causas

Tener hijos es el primer mandato divino:  "Creced y multiplicaos", dice el capítulo I del Génesis. Tanto la Biblia como casi todas las religiones y civilizaciones rinden tributo a la fertilidad y "castigan" las situaciones de infertilidad. 
Sólo quienes han experimentado la dificultad o la imposibilidad de tener un hijo pueden comprender cómo este supuesto sencillo acto de producir vida a menudo se transforma en una dolorosa obsesión. 
La esterilidad es la incapacidad que tiene una pareja para lograr un embarazo. Afecta a una de cada cinco o seis parejas y atañe por igual al hombre y la mujer. Un 30% de las causas son masculinas, un 30%  femeninas y el 40% restante son mixtas. Es decir que el hombre se ve involucrado en más de dos tercios de los casos. La OMS la considera una enfermedad. Creemos que es la pareja la que tiene el problema y no cada uno por separado. Aunque hombres y mujeres pueden vivir el problema de manera diferente, ambos comparten la angustia y frustración que esta situación conlleva. La transmisión  genética a través de las generaciones nos da cierto grado de inmortalidad a nosotros, a nuestra familia y a toda la especie. Esta transferencia se ve interrumpida cuando una familia no deja un hijo. Somos conscientes de que lo único que perdurará de nosotros al morirnos será nuestra descendencia. Esta incapacidad es una de las situaciones más traumáticas a las que puede estar expuesta una pareja como tal y como individuos. Esta realidad puede verse acentuada en el caso del varón ya que puede imperar una confusa situación de machismo y virilidad. Por suerte hoy los hombres aceptan que se trata de un problema de pareja y lo demuestran al acompañar a su mujer a la consulta.
Desde niños nos preparamos para ser padres. Y ya mayores, la vida de nuestros amigos y familiares gira en torno a sus hijos. Y nos preguntan "¿y ustedes para cuándo?" sin conocer a veces el dolor que esta ausencia provoca. Pero, ¿por qué es cada vez más frecuente escuchar comentarios acerca de parejas que no pueden tener hijos u otras que debieron recurrir a algún tratamiento para tenerlo?  En las últimas décadas se observaron mayores indicios de aumento en la infertilidad masculina. Esto podría ser consecuencia del estrés, el uso de plaguicidas, el consumo de tabaco, los contaminantes ambientales y de las comidas,  etcétera. Al igual que en la mujer, el estudio del hombre comienza con una  historia clínica y la realización de un buen espermograma, cosa que debe efectuarse en los laboratorios de andrología junto a otras pruebas funcionales muy avanzadas hoy en día. A través de estos podemos conocer en detalle el número, la movilidad, la forma y con cuántos espermatozoides útiles contamos para fecundar. Así podremos encontrar por ejemplo desde una oligozoospermia -bajo número- hasta una azoospermia -ausencia total- de espermatozoides, con soluciones en ambos casos.
Además el aumento en el número de pacientes infértiles podría explicarse por el gran avance que sufrió la medicina reproductiva en los últimos años, lo que luego se vio reflejado en más consultas y más soluciones. Asimismo jugaron aquí un papel importante el efecto multiplicador de los medios de comunicación e Internet. 
Pero, ¿cuál es el rol que debemos cumplir los médicos? 
El diagnóstico certero y los tratamientos eficaces ofrecen hoy a las parejas infértiles posibilidades concretas de cumplir su anhelo de ser padres. Es fundamental por lo tanto llevar a cabo al menos los estudios básicos. Desafortunadamente perdura el derrotero con el que tantas parejas concurren a la consulta luego de haber transitado múltiples instancias sin alcanzar el fin esperado. Siguen cargando gruesas carpetas saturadas de estudios, tratamientos y frustraciones. Por lo general estas parejas manejan distintos grados de información acerca de su esterilidad. Algunos están confusos y sin rumbo, y carecen de los elementos necesarios para entender cuál es el problema que los aqueja. En otros, la inquietud personal y la necesidad de comprender y saber los convirtió en expertos, incluso accediendo a las últimas publicaciones disponibles para los especialistas vía Internet. Cada caso es un enigma distinto y el echar luz sobre el origen de su problema sentará las bases para un tratamiento adecuado. Muchas veces las causas pueden estar relacionadas con alteraciones en la calidad del semen. La mayoría de las veces las soluciones pasan por tratamientos sencillos como una cirugía del varicocele, estimulación de la espermatogénesis etcétera, aunque otras requieren de la llamadas técnicas de alta complejidad como la fertilización in Vitro (FIV) o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). 
En todos los casos se juega nada más ni nada menos que "el logro de la descendencia" por lo tanto el especialista debe ofrecerles siempre el mayor conocimiento científico y la mayor contención posible compartiendo los logros cuando los resultados son positivos o infundiendo fuerzas y esperanza cuando no lo son. La pareja tiene el derecho de conocer la experiencia y la formación del médico elegido en el área de la reproducción humana. El especialista debe acreditar una sólida formación y una dedicación casi exclusiva al tema, además de contar con todo un equipo especializado en el tema. Si fuera necesario recurrir a una técnica de reproducción asistida lo recomendable es dirigirse a los centros acreditados a tal fin por las autoridades competentes. En nuestro país la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER). 
Finalmente, si bien en un importante número de casos la infertilidad obedece a causas orgánicas, este camino que consiste concretamente en poder formar una familia puede requerir de la asistencia psicológica. Esta colaborará para dejar atrás o apaciguar el dolor que esa búsqueda produce. Es notable cómo algunos logran transitar esta senda sin demasiados sufrimientos ni inconvenientes y muchos otros necesitan de la ayuda del psicólogo especializado que les ayudará a obtener las fuerzas necesarias desde esta situación de adversidad. En ambos casos, médico especialista y psicólogo serán los encargados de brindar lo mejor de sí y poner a disposición todos los avances de la ciencia.

Prof. Dr. Natalio M. Kuperman 
-Doctor  en  Medicina y Cirugía 
-Especialista en Medicina Reproductiva
CIGOR (Córdoba) – CLINICA ESPECIALIDADES (Villa Maria) - MATER VITA   (Rio Cuarto)



jueves, agosto 26, 2010

PRIMER BANCO DE OVULOS PARA MATERNIDAD DIFERIDA DEL PAIS


PRIMER BANCO DE OVULOS PARA MATERNIDAD DIFERIDA DEL PAIS

Se trata de la preservación de ovocitos en edad reproductiva, transfiriendo el potencial biológico reproductivo de éstos a etapas posteriores de la vida.

En CORDOBA varias mujeres ya  han recurrido a este servicio.

Recientemente se ha creado el primer banco de óvulos de la Argentina, que ofrece un servicio integral de preservación para la maternidad. Está pensado para mujeres que por distintas razones, desean preservar su potencial reproductivo y postergar su maternidad hasta el momento en que lo decidan.

Investigaciones recientes demuestran que a la edad de 40 años, la mujer solo tiene un 3% de su reserva ovárica y esta disminución que comienza a profundizarse a la edad de 35, esta caída en general pasa desapercibida para las mujeres, ya que estas tienden a sobrestimar su potencial de fertilidad.
En las últimas décadas, la edad promedio del primer embarazo en la mujer,  ha ido aumentando en forma significativa, debido a múltiples razones de índole cultural, social y económica. Este fenómeno demográfico resulta secundario a una incrementada perspectiva económica, la mayor expectativa de vida, el deseo de desarrollo personal, la competitividad laboral, etc. Esto lleva, en los países desarrollados a la postergación del matrimonio y de la maternidad, con un franco aumento de la edad de la mujer al momento de concebir su primer hijo y a un aumento sin precedentes del numero de parejas que desean embarazo en etapas relativamente tardías de la vida.
Esta es la solución para un amplio grupo de mujeres que desean ser madres, pero se encuentran en situación de priorizar su vida profesional, estudios, viajes, búsqueda de una mayor estabilidad económica, etc.; prolongando la maternidad más allá de su reloj biológico; o que tienen riesgos profesionales para encarar un embarazo, tales como las azafatas, personal de radiología, químicas, personal de las fuerzas armadas o aérea, deportistas de alto rendimiento, etc.; o que simplemente son solteras, y están a la espera de encontrar una pareja “ideal” con quien tener un hijo.

En resumen, mujeres que quieren ser madres, pero sin deseo gestacional en el momento actual, y por lo tanto desean diferir su maternidad, sin correr el riesgo que el paso del tiempo se los impida.
Otras indicaciones, además de preservar la fertilidad en la mujer por motivos personales, profesionales, de pareja, tiempo, estudios, trabajo o la razón que fuera, son aquellas pacientes que van a recibir tratamientos gonadotóxicos, como quimioterapia para tratar distintos tipos de  cáncer etc.

Dentro de las técnicas de Preservación de la Fertilidad, la vitrificación de ovocitos es la única que permite conservar la capacidad reproductiva de la mujer, hasta el momento en que desee el embarazo. Se trata de una técnica nueva, que permite posponer la maternidad, el tiempo que se desee, con las mismas posibilidades de embarazo, que en el momento en que se vitrifican los ovocitos.
Hay una relación directa entre capacidad fecundante de los óvulos y la edad. A mayor edad, menor capacidad fecundante. Es una decisión entonces que debe tomarse, lo más temprano posible. La ventaja de la nueva técnica de vitrificación es que, debido a su alta velocidad de enfriamiento, se evita la formación de cristales de hielo, que podrían dañar el óvulo al lesionar las estructuras celulares, como podía ocurrir con los procedimientos tradicionales de congelación actuales.

Nuevas investigaciones demuestran que a la edad de 30 años, la reserva ovárica de la mujer, puede disminuir a solo el 12% con la que contaban al momento de nacer.
El estudio encontró, que en promedio, la mujer nace con aproximadamente 300.000 óvulos, y que a la edad de 30 años, solo el 12% de la reserva ovárica máxima está presente en la mayoría de las mujeres, y al llegar a los 40 años, solo cuentan con el 3% de ésta.     Se observó que las mujeres que esperan hasta los 30 años o más, entran en riesgo significativo de tener problemas relacionados con la fertilidad.     Cada año que pasa, pierden una gran proporción de su reserva ovárica.     Algunos médicos han comenzado a sugerir, realizar un chequeo anual de fertilidad. Un simple, estudio especializado que permite conocer con anticipación la necesidad o no de preservar sus ovocitos. En nuestra ciudad son varias las mujeres que  han accedido a este servicio.


Prof. Dr. Natalio M. Kuperman
Especialista en Medicina Reproductiva

domingo, agosto 16, 2009

TODOS LOS TITULOS PUBLICADOS

  • -EDAD DE LA MUJER Y EMBARAZO
  • -EMBARAZOS QUE LLEGAN DE LA MANO DE LA OVODONACION
  • -PRIMER EMBARAZO POR VITRIFICACION DE OVOCITOS
  • -LA INFERTILIDAD: AYUDANDO A OTROS A COMPRENDER
  • -LA INFERTILIDAD NO ES SOLO COSA DE MUJERES
  • -SUPER ICSI: SUPER ESPERANZAS ....
  • -COMO SOBRELLEVAR UNA FERTILIZACION ASISTIDA SIN DESESPERAR
  • -EL FACTOR MASCULINO EN ESTERILIDAD
  • -ENDOMETRIOSIS: LA GRAN ENEMIGA DE LA FERTILIDAD
  • -FERTILIZACION ASISTIDA: FELICIDAD ASISTIDA

jueves, julio 16, 2009

EDAD DE LA MUJER y FERTILIDAD


EDAD DE LA MUJER y FERTILIDAD

La fertilidad de la mujer está relacionada con su edad: no es la misma a los 30 años que a partir de los 35.

Tener hijos entre los 30 y los 40 años puede ser una ventaja desde el punto de vista económico y práctico, pero la misma mujer rondando los 30 años tiene por mes aproximadamente un 15% de posibilidades de embarazo y a partir de los 35 estas caen ya a un 10%. Esta cifra desciende al 5 % después de los 40 años.



¿Por qué nos embarazamos más tarde que nuestras madres?

Europa y Estados Unidos están sufriendo un notable declinar de la fertilidad humana. En los últimos decenios se ha alcanzado varias veces el crecimiento cero, es decir, el número de personas que murieron superó el de personas nacidas.
Esta disminución puede explicarse por la “esterilidad voluntaria” es decir la edad en que la mujer decide buscar el embarazo. En Estados Unidos la primera gestación, en promedio se está produciendo a los 32 años. Esto es casi el doble de edad en que lo hacían nuestras abuelas !!!
Actualmente, las estadísticas de población hablan de unas tasas de esterilidad que pueden oscilar entre el 14% y el 16%. Se calcula que 1200 parejas por cada millón de habitantes tendrán problemas de fertilidad, y que en Argentina se incorporarán cada año unas 50.000 nuevas parejas al colectivo de parejas estériles.
No obstante, hay que tener en cuenta que la mayor parte de estas parejas no son definitivamente estériles, sino que presentan cierto grado de subfertilidad, que será de mayor trascendencia si llevan mucho tiempo buscando el embarazo y si la edad de los componentes de la pareja, especialmente de la mujer, es avanzada.


¿A partir de qué edad de la mujer debemos empezar a preocuparnos?

La edad de la mujer es el factor más importante y se sabe bien que la fertilidad de la mujer empieza a disminuir hacia la mitad de la década de los treinta. Se acepta que la posibilidad de conseguir una gestación cada mes pasa de un 15% a los 35 años, a un 8% a los 38 años.
A esta edad, el porcentaje de mujeres definitivamente estériles puede llegar a un 50%. Sin embargo, la sociedad actual somete a la mujer joven a una gran presión profesional y le obliga a retrasar sus deseos de maternidad hasta bien entrada la treintena. En Europa, la natalidad se ha reducido un 50% en los últimos 30 años, y el porcentaje de mujeres que tuvieron su primer hijo después de los 35 años de edad se ha incrementado un 30% en los últimos cinco años. Estos cambios demográficos hacen que cada vez mas parejas deban recurrir a centros especializados para llevar a cabo tratamientos de fertilización asistida (ayudada).
Todos los análisis son válidos para explicar la importancia de la edad en la creciente pobreza reproductora de nuestra especie. Una vez asimilada la magnitud del problema, hay que intentar solucionarlo, desde el respeto a la situación personal de cada pareja y no desde una política demográfica global.
La responsabilidad de todos está en sensibilizar a la sociedad para que, a través de sus políticos, consiga que se den unas condiciones favorables para que las parejas jóvenes puedan crear pronto una familia de acuerdo a su voluntad.

¿Existe el envejecimiento del ovario?

En la mayoría de las mujeres, cuando el ovario envejece éste pierde progresivamente su dotación de óvulos, lo que se manifiesta con una elevación en la secreción de FSH (hormona folículo estimulante) , una disminución en los folículos antrales del ovario y un incremento de los niveles básales de estradiol (estrógeno fundamental en la mujer, y de origen ovárico). En estas circunstancias, el ritmo de crecimiento de los óvulos que quedan se acelera y se acortan los ciclos menstruales.
La reducción del potencial reproductor se hace patente no sólo por el compromiso en la función de los ovarios, sino porque la calidad de los óvulos se ve alterada. Estudios genéticos han demostrado que los óvulos de mujeres en edad avanzada sufren fenómenos que alteran sus cromosomas, lo que contribuye a explicar la dificultad para conseguir gestación en estas pacientes y el mayor número de abortos en el primer trimestre de gestación en mujeres mayores de 35 años.
Por este motivo, es fundamental estudiar la reserva ovárica de cada paciente, para poder informarle de sus expectativas naturales de gestación y de su eventual necesidad de someterse a tratamientos de reproducción asistida que potencien su escasa fertilidad natural.

¿Existe alguna prueba que permita saber la cantidad de óvulos que le quedan a los ovarios ?

Antes de dar un pronóstico del potencial reproductor de una paciente determinada es obligatorio estudiar el estado de la reserva de óvulos. Para ello se debe analizar diversos parámetros como la edad, el tiempo de infertilidad, las causas que la producen, los niveles basales de FSH y estradiol y estudiar el número de folículos antrales del ovario mediante ecografía.

La determinación de FSH y estradiol se realiza mediante un simple análisis de sangre en los primeros días del ciclo, es decir, entre el tercero y quinto día de la regla.
En nuestra experiencia, niveles básales de FSH superiores a 10 o 12 mUI/mL se observan en pacientes de más edad y se asocian a una peor reserva de óvulos. Y valores básales de estradiol superiores a 60 pg/mL, frecuentes al final de la década de los treinta, se asocian a una peor respuesta ovulatoria.
La ecografía transvaginal realizada también en esos primeros días de la regla nos permite evaluar la dotación de óvulos y establecer así un pronóstico.
De esta forma, las parejas infértiles deben procurar un diagnostico certero y precoz a través de profesionales y centros especializados.


Como elegir el profesional y el centro donde tratarse ?
La pareja tiene el derecho de conocer la experiencia y la formación del médico elegido en el área de la reproducción humana.
El especialista (www.samer.org.ar/especialistas_certificados.php) debe acreditar una sólida formación y una dedicación casi exclusiva al tema, además de contar con gran experiencia y todo un equipo especializado. Si fuera necesario recurrir a una técnica de reproducción asistida lo recomendable es dirigirse a los centros acreditados a tal fin por las autoridades competentes. Estos centros deben exhibir los resultados propios utilizando cada una de esta técnicas. En nuestro país la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) y la Red Latinoamericana de Fertilización asistida (LARA).
En todos los casos se juega nada más ni nada menos que “el logro de la descendencia” por lo tanto el especialista debe ofrecerles siempre el mayor conocimiento científico y la mayor contención posible compartiendo los logros cuando los resultados son positivos o infundiendo fuerzas y esperanza cuando no lo son.
El diagnóstico certero y los tratamientos eficaces ofrecen hoy a las parejas infértiles posibilidades concretas de cumplir su anhelo de ser padres. Es fundamental por lo tanto llevar a cabo al menos los estudios básicos. Desafortunadamente perdura el derrotero con el que tantas parejas concurren a la consulta luego de haber transitado múltiples instancias sin alcanzar el fin esperado. Siguen cargando gruesas carpetas saturadas de estudios, tratamientos y frustraciones. Por lo general estas parejas manejan distintos grados de información acerca de su esterilidad. Algunos están confusos y sin rumbo, y carecen de los elementos necesarios para entender cuál es el problema que los aqueja. En otros, la inquietud personal y la necesidad de comprender y saber los convirtió en expertos, incluso accediendo a las últimas publicaciones disponibles para los especialistas vía Internet, que a veces los confunden más.
Lo importante es no perder el tiempo !!!
Prof. Dr. Natalio M. Kuperman
Doctor en Medicina y Cirugía
Especialista en Medicina Reproductiva
*Articulo Publicado. Está prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

miércoles, junio 24, 2009


FERTILIZACION ASISTIDA DE ALTA COMPLEJIDAD:

EMBARAZOS QUE LLEGAN DE LA MANO DE LA OVODONACION

Por el Prof. Dr. Natalio M. Kuperman Especialista en Medicina Reproductiva


El mundo entero asistió al "acto inaugural" de la fertilización in vitro el 25 de julio de 1978, fecha en que nació Louise Brown, a quien los medios pronto bautizaron "la primera bebé de probeta"

Quedar embarazadas es aun hoy, para algunas mujeres, una cuestión simple, casi del "destino", mientras que para otras es toda una tarea. En estos casos, llevar adelante y concretar el profundo deseo de ser madres genera una importante sucesión de frustraciones. Pero ¿qué se puede o debe hacer en esos casos?. Lo principal es entender no sólo a la mujer sino también a su pareja para luego, una vez analizado profundamente su caso en detalle y aplicando toda la experiencia del medico y el centro seleccionado, comenzar a delinear un tratamiento que pueda ayudarlos a concretar lo más rápido y concretamente posible el embarazo y el nacimiento del bebé.
En este sentido, actualmente son muchos los tratamientos que permiten soñar con hijos aún cuando la concepción por vía natural no sea posible. De hecho, el campo de la fertilidad es uno de los que más ha evolucionado en los últimos años, desarrollándose diversos métodos para la obtención de embarazos cuando existen causas de infertilidad.

Hoy, cerca del 30 por ciento de las fertilizaciones asistidas se hacen por medio de la donación de gametas femeninas (óvulos). Mediante este proceso, la mujer que desea el embarazo recibe óvulos de una donante. Estos son fertilizados con el semen de la pareja de la receptora, con una técnica de alta complejidad, que puede ser una fertilización in vitro (FIV) o una inyección intracitoplasmática (ICSI). Está indicada en mujeres con baja o mala respuesta ovulatoria, en los casos de menopausia precoz o bien cuando ella ha sido sometida a quimio o radioterapia previa.
En los últimos seis años aumentó aproximadamente 40 por ciento la cantidad de parejas que recurren a la ovodonación para tener hijos.

"Cada vez se retrasa más la maternidad, y no es lo mismo buscar un hijo a los 25 que cerca de los 40 años", Según datos de la Sociedad Argentina de Esterilidad e Infertilidad, en la Argentina hay una tasa de infertilidad de entre el 15 y el 20 por ciento. En promedio el primer hijo comienza a buscarse pasados los 30 años. Ante este panorama, cada vez son más quienes optan por algún tipo de fertilización asistida, sobre todo la donación de óvulos, que aseguran presenta una serie de ventajas. En general todas las técnicas de fertilización asistida de alta y baja complejidad van aumentado en numero, en accesibilidad y sobre todo en sus buenos resultados, dependiendo de la experiencia del equipo medico y centro seleccionados.

"Los pasos por seguir por la paciente que desea el embarazo son mucho más simples en la ovodonación que en otros tratamientos, ya que no es ella quien recibe la medicación, sino la donante". Además, con este sistema, hay un 60 por ciento de posibilidad de éxito en el embarazo, cifra algo mayor que mediante otros métodos, como la Fertilización in Vitro.
La donante tiene que pasar por una serie de exámenes psicológicos, clínicos, infectológicos y genéticos. Le sigue la etapa de estimulación, que dura un mes, durante la cual la donante tiene que ser inyectada periódicamente. Una vez pasado este período, se le extraen sus óvulos.
Para ser donante, la mayoría de las instituciones requiere que la mujer tenga entre 18 y 35 años, y que ya sea madre de hijos sanos. También se tienen en cuenta ciertas compatibilidades entre la futura madre y la donante, como la raza y el tono de piel y, en algunos casos, más detalles como el color de ojos. El tratamiento no produce riesgo alguno para la donante.
En la Argentina la donación es anónima. "Vale la pena un poco de molestia cuando sabés que estás ayudando a otra mujer a cumplir su sueño de ser madre", es la expresión habitual de muchas donantes.

¿El tercero en discordia?

Uno de los principales aspectos con los que tiene que lidiar la pareja que opte por la ovodonación es el hecho de que su hijo tendrá 50 por ciento de genes provenientes de un tercero. "Lleva tiempo la asimilación, a pesar de que la pena se amortigua tras el nacimiento del hijo", comentan los psicólogos, al igual que ocurre con la donacion de semen. Mariela, que por un tratamiento de ovodonación tuvo su bebé, contó que, al principio, no sabía "si podría soportar" que sus genes no se transmitieran a sus hijos. "Pero, con el tiempo, uno entiende que la maternidad no pasa sólo por lo biológico", sino por muchos otros factores.
Según los psicologos especializados, "sólo quienes oyeron al médico decir que no pueden tener hijos entienden la tristeza que significa resignar la posibilidad de llevar un bebe en la panza".

Vacío legal

En la Argentina, no existe legislación con respecto a la fertilización asistida. Las entidades médicas han acordado que, en el caso de la donación de gametas, el dador sea anónimo. En otros países, donde sí hay legislación, existe un registro de donantes de óvulos, con fotos y datos personales.
"En estos tratamientos hay dos derechos en juego: el derecho al anonimato del donante y el derecho a la identidad del niño nacido por medio de esta técnica . Los puntos básicos que debería tratar una ley son la garantía de que la donante no tenga ningún tipo de derechos ni deberes con respecto al bebe; que al alcanzar la mayoría de edad, el niño pueda conocer la identidad del dador, y establecer los límites de la compensación para la donante. Además de la cuestión legal y la falta de cobertura, un punto por evaluar cuando se elige la ovodonación es la decisión de contar o no a la familia y amigos y, más difícil aún, la decisión de decírselo o no al niño cuando crezca. La mayoría de los psicólogos que trabajan en esta área aconseja decir la verdad. Mariela, una mujer de 45 años, no se preocupa por estas cuestiones: "La experiencia de ser madre, de verles la cara y los deditos en las ecografías, supera todos los temores. Lo recomiendo a quienes sueñan con la maternidad y no pueden tener hijos".

6000 tratamientos
• Es la cantidad que se hacen al año en la Argentina.
15 - 20 % de infertilidad
• Es la tasa de infertilidad que se calcula en parejas argentinas.
En números
• En los últimos seis años, la cantidad de parejas que elige la ovodonación aumentó 40 por ciento.
• Del total de los tratamientos de fertilización asistida, la ovodonación representa alrededor del 30 por ciento.
• Debido a que es un método menos invasivo para la paciente, la ovodonación tiene 60 por ciento de posibilidades de generar un embarazo exitoso.


La herencia genética
Es una de las preocupaciones de quienes optan por la ovodonación, es la posibilidad de que el bebe herede algún tipo de problema genético de la donante.
Cualquier paciente que elija esta técnica puede quedarse completamente tranquila de que a la donante se le realizaron todos los estudios necesarios para asegurarse de que no tuviera ningún tipo de problemas ni enfermedades que se le pudieran transmitir al niño que va a concebirse.
Es más: incluso, se eligen donantes que ya hayan tenido hijos, para asegurarse de que estos bebes nacerán sanos.
Tampoco hay evidencias de que el niño pueda tener secuelas psicológicas, aunque, si se decide contarle su origen genético, se recomienda la asistencia de un especialista, como se hace en el caso de los hijos adoptivos.

La elección del centro donde realizar el tratamiento.

Además de la edad materna y otros factores antes enumerados es fundamental indagar acerca de la experiencia y los resultados del Centro elegido para llevar a cabo alguna de estas técnicas. En argentina, éstos son monitorizados por la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) y cuya pagina web puede ser consultada www.samer.org.ar.








miércoles, abril 08, 2009

PRIMER EMBARAZO POR VITRIFICACION DE OVOCITOS


Primer bebé nacido producto de un embarazo por vitrificación de óvulos

Tras cuatro años de buscar sin éxito un embarazo, una mujer de 36 años se ha convertido en la primera argentina en lograrlo


Una mujer de Villa Mercedes, provincia de San Luis, es la primera argentina en lograr un embarazo gracias a la vitrificación de óvulos. Esta moderna técnica permite conservar los óvulos a -196°, y ofrece tasas de viabilidad mucho más altas que las actuales técnicas de congelamiento
El mundo entero asistió al "acto inaugural" de la Fertilización in Vitro el 25 de julio de 1978, fecha en que nació Louise Brown, a quien los medios pronto bautizaron "la primera beba de probeta".
Quedar embarazadas es aún hoy, para algunas mujeres, una cuestión simple, casi del "destino", mientras que para otras es toda una tarea. En estos casos, llevar adelante y concretar el profundo deseo de ser madres genera una importante sucesión de frustraciones. Pero ¿qué se puede o debe hacer en esos casos? De acuerdo con los especialistas, lo principal es entender no sólo a la mujer sino también a su pareja para luego, una vez conocido su caso en detalle, comenzar a delinear un tratamiento que pueda ayudarlos a concretar rápidamente el embarazo y el nacimiento del bebé.
En este sentido, actualmente son muchos los tratamientos que permiten soñar con hijos aun cuando la concepción por vía “natural” no sea posible. De hecho, el campo de la fertilidad es uno de los que más ha crecido en los últimos años, desarrollándose diversos métodos para la obtención de embarazos cuando existen causas de infertilidad.
Con todo éxito es posible conservar espermatozoides y pre-embriones, sin embargo hasta ahora las mujeres que querían conservar sus óvulos y posterior fertilidad ante la eventual circunstancia de padecer una enfermedad oncológica -cáncer- no podían hacerlo. La quimioterapia, la radioterapia o la cirugía simplemente destruían por completo esa posibilidad. Lo mismo ocurría con quienes deseaban voluntariamente retrasar su maternidad. Y es que era imposible congelar y luego descongelar sus óvulos haciéndolos viables para una posterior fertilización y embarazo.
Si bien el procedimiento de vitrificación que se emplea en la actualidad fue desarrollado con el objetivo de preservar la capacidad reproductiva de las mujeres que debían ser sometidas a tratamientos oncológicos, hoy también se la usa en aquellos casos en que la mujer decide posponer la maternidad, o en los casos en que se quiere conservar óvulos obtenidos mediante procedimientos de estimulación hormonal o de fertilización asistida, respectivamente, para evitar repetir éstos en futuros intentos.
El secreto consiste en someter al óvulo a una congelación y descongelación lenta, escalonada y controlada por un programa de computadora; para ello es necesario deshidratarlo de esa forma, porque si se congela en condiciones normales, el agua se cristaliza y al hacerlo rompe todas las organelas (mitocondrias y lisosomas).
Tras cuatro años de buscar sin éxito un embarazo, una mujer de 36 años se ha convertido en la primera argentina en lograrlo gracias a la vitrificación. Se trata de un nuevo método para preservar en frío óvulos para su posterior utilización en tratamientos de fertilización asistida.
En estos casos, la vitrificación - congelación y posterior descongelación- permite ofrecer a las pacientes una tasa de embarazo de entre el 30 y el 35% por intento, mientras que las técnicas convencionales de criopreservación ofrecen tasas no superiores al 20%.
La vitrificación consiste en el congelamiento ultrarrápido de los óvulos, algo en lo que fallaban las técnicas convencionales hasta ahora.

Derribar barreras

Las técnicas de vitrificación fueron desarrolladas con el objetivo de salvar un obstáculo contra el que chocaban las técnicas convencionales de congelamiento de óvulos. El 80% de un óvulo es agua, que al congelarse forma cristales de hielo que dañan las estructuras internas de las células.
La vitrificación es un proceso de congelación ultrarrápida que, a diferencia de la congelación lenta que se hace habitualmente, evita la formación de hielo en el interior de la célula (el óvulo).
Según Masashige Kuwayama, director científico de la Clínica de Mujeres Kato, de Tokio, Japón, y creador de la actual técnica de vitrificación, "el 98% de los óvulos sobrevive a los procesos de vitrificación y de descongelamiento. Eso permite obtener tasas de embarazo similares a las que se obtienen con óvulos sin congelar".
El primer embarazo obtenido mediante la técnica desarrollada por Kuwayama ocurrió en 2005. Cuando este investigador presentó su técnica en Buenos Aires en marzo último, en el marco de un simposio organizado por la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer), había poco más de 400 bebés nacidos gracias a la vitrificación en el mundo. Hoy, son más de 600.

En Córdoba esta técnica ya se lleva a cabo.

domingo, febrero 08, 2009

La Infertilidad: Ayudando a otros a comprender









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La Infertilidad: Ayudando a otros a comprender

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Recopilado por Prof. Dr. Natalio Kuperman



UNA GUÍA PARA LA FAMILIA Y LOS AMIGOS


Yo quiero compartir mis emociones sobre la infertilidad con ustedes, porque quiero que comprendan mi lucha. Yo sé que comprender la infertilidad es difícil; hay tiempos cuando parece que yo no comprendo tampoco. Esta lucha ha provocado emociones intensas y desconocidas en mí y temo que mis reacciones a estas emociones podrían ser entendidas mal. Espero que mi habilidad de enfrentar y tu habilidad de comprender mejorará mientras comparto mis emociones contigo. Ante todo, reconozco tu cariño en darte el tiempo y la lucidez necesaria para leer estas palabras y te agradezco este esfuerzo. Yo quiero que comprendas.

Vos me podes describir en esta manera: obsesiva, malhumorada, indefensa, deprimida, envidiosa, demasiado seria, desagradable, agresiva, antagónica y cínica. Estas no son características admirables; no es de extrañar que tu comprensión de mi infertilidad sea difícil.

Yo prefiero describirme en esta manera: confusa, apresurada e impaciente, asustada, aislada y sola, culpable y avergonzada, enojada, triste y sin esperanza y trastornada.

Mi infertilidad me hace sentir confusa. Siempre asumí que era fértil. Durante muchos años evité el embarazo, y ahora la ironía es que no puedo concebir. Esperaba que eso sería una dificultad breve con una solución simple como la habilidad de escoger el mejor momento para las relaciones sexuales. Me siento confusa si es que en realidad quiero estar embarazada o si quiero ser madre. Seguramente si me esfuerzo más y por más tiempo con más aplicación, tendré un bebé.

Mi infertilidad me hace sentir apresurada e impaciente. Me enteré de mi infertilidad sólo después de mucho tiempo gastado en esfuerzos inútiles de embarazarme. De repente mi futuro llevó un retraso. Esperé a ser madre y ahora debo esperar otra vez. Espero para citas con médicos, espero para exámenes, espero para tratamientos, espero para otros tratamientos, espero no menstruar, espero que mi compañero no este de viaje y espero para el embarazo. A lo mejor sólo tengo doce oportunidades cada año . ¿Cuántos años tendré cuando finalmente tendré mi familia?

Mi infertilidad me hace sentir asustada. La infertilidad está llena de desconocidos y estoy asustada porque necesito respuestas definidas. ¿Cuánto tiempo durará esta condición.? ¿ Quizás nunca seré madre? ¿Qué humillación debo aguantar? ¿Qué dolor debo sufrir? ¿Por qué es que las drogas que tomo para ayudarme en vez me hacen sentir peor? ¿Por qué es que mi cuerpo no hace las cosas que mi mente quiera que haga? ¿Por qué siento tanto dolor? Tengo miedo de mis emociones, tengo miedo de mi cuerpo que no es dependiente, y tengo miedo de mi futuro.

Mi infertilidad me hace sentir aislada y sola. Recuerdos de bebes están por todos lados. Debo ser la única aguantando esta maldición invisible. Evito a los demás porque todo me causa dolor. Nadie sabe lo horrible que es mi dolor. Aunque usualmente pienso con claridad, ahora me encuentro seducida por supersticiones y promesas. Pienso que estoy perdiendo la perspectiva. Me siento tan a solas y me pregunto si lo puedo sobrevivir.

Mi infertilidad me hace sentir culpable y avergonzada. Con frecuencia olvido que la infertilidad es un problema médico y debe tratárselo así. La infertilidad destruye mi amor propio y me siento como un fracaso. ¿Por qué estoy siendo castigada? ¿Qué hice para merecer eso? ¿Es qué no merezco un bebé? ¿Es qué no soy una buena compañera sexual? ¿Querrá mi compañero quedarse conmigo? ¿Es eso el final de mi linaje? ¿Tendrá mi familia vergüenza de mí? Es fácil perder confianza en sí misma y de sentir avergonzada.

Mi infertilidad me hace sentir enojada. Me enojo con todo y sé que una gran parte de este enojo está dirigido equivocadamente. Estoy enojada con mi cuerpo porque me ha traicionado aunque siempre lo he tratado bien. Estoy enojada con mi compañero porque no podemos sentir lo mismo sobre la infertilidad al mismo tiempo. Yo quiero y necesito un defensor para ayudarme.
Estoy enojada con mi familia porque siempre me ha resguardado y protegido de cada dolor. Mi cuñada está embarazada; mi madre quiere una reunión de familia para alardear sus nietos y mis abuelos quieren distribuir las reliquias de familia. A veces me humillan, me infligen dolor, invaden mi vida privada y a veces olvidan quien soy.¿ Cómo puedo mostrarles a ellos lo importante que es para mí ser madre?
No puedo faltar a mi trabajo, o perderé mi empleo o no puedo buscar uno, porque no podré cumplirlo. No puedo ir a un especialista, porque significa más tiempo viajando, más ausencias del trabajo y más gastos. Finalmente, estoy enojada con todo el mundo. Todos tienen opiniones sobre mi incapacidad de llegar a ser madre. Todos minimizan mis tratamientos y dolores. Todos tienen soluciones fáciles. Todos parecen que saben demasiado poco, y hablan por demás.
Mi infertilidad me hace sentir triste y sin esperanza La infertilidad me hace sentir como si hubiera perdido mi futuro y nadie sabe de mi tristeza. Me siento sin esperanza; la infertilidad me roba mi energía. Nunca he llorado tanto o tan fácilmente. Estoy triste porque mi infertilidad me requiere a ser tan egocéntrica. Estoy triste que he desatendido muchas amistades porque esta lucha duele tanto y demanda tanta energía. Los amigos con niños prefieren la compañía de otras familias con niños. Estoy rodeada por bebes, mujeres encintas, campos de recreo, fiestas a la que se llevan regalos para el bebé, cuentos personales de nacimientos, películas para niños, fiestas de cumpleaños y mucho más. Me siento tan triste y sin esperanza.

Mi infertilidad me hace sentir trastornada. Mi vida está suspendida. Hacer decisiones sobre mi futuro, inmediato y a largo plazo parece imposible. No puedo decidir sobre la educación, la carrera, comprar una casa, seguir una afición, adquirir un animal doméstico querido, vacaciones, viajes para el trabajo y huéspedes. Cuanto más lucho con mi infertilidad, tanto menos poder tengo. Esta lucha no tiene horario; los tratamientos no tienen garantías. Con certeza sé que necesito estar con mi compañero durante los tiempos en que estoy más fértil y también cerca a mi médico para recibir tratamientos. ¿Debo optar por la adopción? ¿Debo tomar mas drogas ? ¿Debo seguir un tratamiento médico más caro e especializado? Uno se siente trastornado en que no hay respuestas definidas y tampoco hay garantías.

"Vos podes ayudarme".

Yo sé que vos me querés, y sé que mi infertilidad afecta nuestras relaciones. Mi tristeza te causa tristeza; lo que me duele, te duele también. Yo creo que nosotros podemos ayudarnos el uno al otro por medio de esta tristeza. Individualmente nosotros parecemos no tener capacidad; pero juntos podemos ser más fuertes. Quizás algunas de estas sugerencias nos ayudará a comprender mejor la infertilidad.
Yo necesito que seas un oyente. Hablando sobre mi lucha me ayuda a hacer decisiones. Avisame que tenés el tiempo para mí. Es difícil para mí expresar mis sentimientos si no tenés tiempo para conversar. No quiero saber de otras cosas peores que han sucedido a otras personas ni quiero saber lo fácil que fue resolver su infertilidad. Cada caso es individual. Por favor no me des solamente consejos, en vez puedes ayudarme con tus preguntas o tus silencios. Asegurame que respetas la confianza que te doy y entonces estarás seguro que mereces mi confianza. Mientras estás escuchando, trata de mantener una mente abierta.

Yo necesito que seas un apoyo para mí. Tenés que comprender que mis decisiones no son hechas casualmente. Yo he agonizado sobre estas decisiones. Recordame que respetás estas decisiones aunque no estés de acuerdo, porque sabes que estas decisiones son hechas cuidadosamente. No me preguntes "¿Estas segura? Recordame repetidamente que me queres igual. Necesito oírlo. Avisame que comprendes que todo eso es muy difícil

Yo necesito estar cómoda hablando con vos. Hablando sobre la infertilidad a veces uno se siente incómodo. ¿Estás preocupado que decis algo incorrecto? Compartí estos sentimientos conmigo. Preguntame si quiero conversar. A veces querré y a veces no querré pero me recordará que me queres.
Yo necesito que seas sensible. Aunque a veces yo bromeo a cerca de la infertilidad para ayudarme a sobreponerme no parece tan divertido cuando los otros lo hacen. Por favor, no me tomes el pelo diciendo cosas como, "Parece que no sabes hacerlo." No relajás mi lucha diciendo cosas como "Me alegraría darte uno de mis hijos." No hay consuelo en oir aseguramientos falsos como "Serás madre dentro en un año". No rebajas mis sentimientos diciendo "No debes sentirte tan triste." Por el momento no me pongas en situaciones que son incómodas para mí como fiestas a la que se llevan regalos para el bebé y reuniones de familia. Ya me siento triste y culpable, por favor no me hagas sentir culpable por tu desilusión.

Yo necesito que seas honesto conmigo. Avisame que necesitas tiempo para ajustarte a algunas de mis decisiones. Yo también necesité un período de ajustamiento. Si hay cosas que no comprendes, decimelo. Por favor sé moderado cuando me enseñás a ser realista sobre cosas que no puedo cambiar, tales como mi edad, unas condiciones médicas, recursos financieros y obligaciones del trabajo.

Yo necesito que estés informado. Tus consejos y tus sugestiones no me valen nada si no están basadas en datos. Ponete al corriente para que puedes educar a otros cuando hacen unas observaciones que están basado en ficción. No permitas a alguien decirme que mi infertilidad se curará si relajo y adopto. No me digas que es lo que Díos quiere. No me pidas justificar mi necesidad de ser madre. No critiques mis acciones o mi selección de médico aunque lo haga yo misma. Reasegúrate que yo también estoy buscando mucha información que me ayuda a hacer decisiones inteligentes con respecto a mis opciones.

Yo necesito que seas paciente. Recordá que enfrentar la infertilidad es un proceso. Lleva tiempo. No hay garantías, tratos, arreglos, respuestas correctas ni selecciones rápidas. Mis necesidades cambian, mis selecciones cambian. Ayer demandaba soledad pero hoy te necesito para consistencia. Vos tenéd muchos sentimientos con respecto a la infertilidad y yo también. Por favor permitime tener enojo, alegría, tristeza y esperanza. No menosprecies o evalúes mis sentimientos. Permitime tenerlos y dame tiempo.

Yo necesito que refuerces mi amor propio. Me siento sin valor y eso impide mi habilidad de controlar mi futuro. Mi vida personal ha sido repetidamente invadida. He sido sujetada a exámenes después del acto sexual, colección de semen en el cuarto de baño del salón de espera, y análisis dentro de cuartos situados al lado de la sala de parto. Celebrá conmigo mis éxitos grandes y pequeños como aguantando una consulta médica sin llorar. Recordame que yo soy más que una persona infértil. Me ayudas cuando compartís tu fuerza conmigo.

Eventualmente estaré mas allá de esta lucha con la infertilidad. Yo sé que mi infertilidad nunca va a desaparecer completamente porque cambiará mi vida. No volveré a ser la persona que fui antes de la infertilidad pero por lo menos esta lucha no controlará mi vida.

Yo me alejare de esta lucha algún día y de esto mejoraré mis conocimientos de la empatía, la paciencia, la capacidad para recobrarse, la clemencia, la capacidad de tomar decisiones y la evaluación de uno mismo. Te agradezco por tu ayuda y tu comprensión con respecto a esta lucha con la infertilidad.

viernes, mayo 30, 2008

LA INFERTILIDAD NO SOLO ES COSA DE MUJERES

Tener hijos es el primer mandato divino: “Creced y multiplicaos”, dice el capítulo I del Génesis. Tanto la Biblia como casi todas las religiones y civilizaciones rinden tributo a la fertilidad y “castigan” las situaciones de infertilidad. Sólo quienes han experimentado la dificultad o la imposibilidad de tener un hijo pueden comprender cómo este supuesto sencillo acto de producir vida a menudo se transforma en una dolorosa obsesión. La esterilidad es la incapacidad que tiene una pareja para lograr un embarazo. Afecta a una de cada cinco o seis parejas y atañe por igual al hombre y la mujer. Un 30% de las causas son masculinas, un 30% femeninas y el 40% restante son mixtas. Es decir que el hombre se ve involucrado en más de dos tercios de los casos. La OMS la considera una enfermedad. Creemos que es la pareja la que tiene el problema y no cada uno por separado. Aunque hombres y mujeres pueden vivir el problema de manera diferente, ambos comparten la angustia y frustración que esta situación conlleva. La transmisión genética a través de las generaciones nos da cierto grado de inmortalidad a nosotros, a nuestra familia y a toda la especie. Esta transferencia se ve interrumpida cuando una familia no deja un hijo. Somos concientes de que lo único que perdurará de nosotros al morirnos será nuestra descendencia. Esta incapacidad es una de las situaciones más traumáticas a las que puede estar expuesta una pareja como tal y como individuos. Esta realidad puede verse acentuada en el caso del varón ya que puede imperar una confusa situación de machismo y virilidad. Por suerte hoy los hombres aceptan que se trata de un problema de pareja y lo demuestran al acompañar a su mujer a la consulta.
Desde niños nos preparamos para ser padres. Y ya mayores, la vida de nuestros amigos y familiares gira en torno a sus hijos. Y nos preguntan "¿y ustedes para cuándo?" sin conocer a veces el dolor que esta ausencia provoca. Pero, ¿por qué es cada vez más frecuente escuchar comentarios acerca de parejas que no pueden tener hijos u otras que debieron recurrir a algún tratamiento para tenerlo? En las últimas décadas se observaron mayores indicios de aumento en la infertilidad masculina. Esto podría ser consecuencia del estrés, el uso de plaguicidas, el consumo de tabaco, los contaminantes ambientales y de las comidas, etcétera. Al igual que en la mujer el estudio del hombre comienza con una historia clínica y la realización de un buen espermograma, cosa que debe efectuarse en los laboratorios de andrología junto a otras pruebas funcionales muy avanzadas hoy en día. A través de estos podemos conocer en detalle el número, la movilidad, la forma y con cuantos espermatozoides útiles contamos para fecundar. Así podremos encontrar por Ej. desde una oligozoospermia –bajo numero- hasta una azoospermia –ausencia total- de espermatozoides, con soluciones en ambos casos.
Además el aumento en el número de pacientes infértiles podría explicarse por el gran avance que sufrió la medicina reproductiva en los últimos años, lo que luego se vio reflejado en más consultas y más soluciones. Asimismo jugaron aquí un papel importante el efecto multiplicador de los medios de comunicación e Internet. Pero, ¿cuál es el rol que debemos cumplir los médicos? El diagnóstico certero y los tratamientos eficaces ofrecen hoy a las parejas infértiles posibilidades concretas de cumplir su anhelo de ser padres. Es fundamental por lo tanto llevar a cabo al menos los estudios básicos. Desafortunadamente perdura el derrotero con el que tantas parejas concurren a la consulta luego de haber transitado múltiples instancias sin alcanzar el fin esperado. Siguen cargando gruesas carpetas saturadas de estudios, tratamientos y frustraciones. Por lo general estas parejas manejan distintos grados de información acerca de su esterilidad. Algunos están confusos y sin rumbo, y carecen de los elementos necesarios para entender cuál es el problema que los aqueja. En otros, la inquietud personal y la necesidad de comprender y saber los convirtió en expertos, incluso accediendo a las últimas publicaciones disponibles para los especialistas vía Internet. Cada caso es un enigma distinto y el echar luz sobre el origen de su problema sentará las bases para un tratamiento adecuado. Muchas veces las causas pueden estar relacionadas con alteraciones en la calidad del semen. La mayoría de las veces las soluciones pasan por tratamientos sencillos como una cirugía del varicocele, estimulación de la espermatogenesis etc., aunque otras requieren de la llamadas técnicas de alta complejidad como la fertilización in Vitro (FIV) o la inyección intracitoplasmatica de espermatozoides (ICSI).
En todos los casos se juega nada más ni nada menos que “el logro de la descendencia” por lo tanto el especialista debe ofrecerles siempre el mayor conocimiento científico y la mayor contención posible compartiendo los logros cuando los resultados son positivos o infundiendo fuerzas y esperanza cuando no lo son. La pareja tiene el derecho de conocer la experiencia y la formación del médico elegido en el área de la reproducción humana. El especialista debe acreditar una sólida formación y una dedicación casi exclusiva al tema, además de contar con todo un equipo especializado en el tema. Si fuera necesario recurrir a una técnica de reproducción asistida lo recomendable es dirigirse a los centros acreditados a tal fin por las autoridades competentes. En nuestro país la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER). Finalmente, si bien en un importante número de casos la infertilidad obedece a causas orgánicas, este camino que consiste concretamente en poder formar una familia puede requerir de la asistencia psicológica. Esta colaborará para dejar atrás o apaciguar el dolor que esa búsqueda produce. Es notable cómo algunos logran transitar esta senda sin demasiados sufrimientos ni inconvenientes, y muchos otros necesitan de la ayuda del psicólogo especializado que les ayudará a obtener las fuerzas necesarias desde esta situación de adversidad. En ambos casos médico especialista y psicólogo serán los encargados de brindar lo mejor de sí y poner a disposición todos los avances de la ciencia.

Prof. Dr. Natalio M. Kuperman
Doctor en Medicina y Cirugía - Especialista en Medicina Reproductiva

miércoles, febrero 27, 2008

SUPER ICSI



Permite visualizar al espermatozoide unas 6.000 veces más grande y mejorar los resultados en los tratamientos de reproducción asistida de alta complejidad.


La esterilidad es la incapacidad para lograr un embarazo dentro del año de búsqueda. Afecta entre el 15 y el 20 % de las parejas en edad reproductiva, lo que equivale a decir a una de cada cinco o seis parejas. Esta imposibilidad es una de las situaciones más traumáticas a las que puede estar expuesta una matrimonio. Crecemos y nos educamos con la imposición de este mandato y nuestra descendencia será lo único que quedará de nosotros. Afecta a ambos miembros de la pareja por lo tanto el diagnostico y tratamiento no debe recaer en uno u otro. Casi un 50 % de las causas involucran al hombre y éstas se encuentran en aumento. En los últimos 50 años se ha registrado una baja en la calidad del semen. Factores tales como el stress, el tabaquismo, los contaminantes ambientales y algunos alimentos contribuyen a esta causa. Hoy podemos conocer con mucho detalle, gracias a los avances en los laboratorios de andrología, las características en cuanto a cantidad, movilidad y forma que presentan los espermatozoides, aunque la única manera de asegurar que el semen es fértil es logrando un embarazo ya sea en forma espontánea o a través de la fertilización in Vitro. Pero muchas veces estas alteraciones son extremas, hasta la azoospermia – la ausencia total de espermatozoides en el semen eyaculado – y debe recurrirse a una técnica que consiste en inyectar al espermatozoide dentro del óvulo (ICSI) para formar un embrión y luego transferirlo al útero materno. Se utiliza una pipeta para sujetar al óvulo y una aguja de inyección para los espermatozoides. Esta última debe tener un diámetro de no más de 6 micrones (inferior al diametro de un cabello). La aguja se carga con un solo espermatozoide seleccionado entre los de mejor morfología (forma) aparente, y se introduce atravesando la zona pelúcida y el citoplasma del óvulo, donde se inyecta. Los primeros embarazos conseguidos mediante la técnica de ICSI, fueron reportados en 1992 por un grupo Belga y en nuestro país fue logrado en 1994. Inicialmente se pensaba que la posibilidad de éxito del ICSI era independiente del grado de alteración del semen. Sin embargo, la experiencia demostró que las posibilidades de embarazo disminuían a medida que aumentaba la proporción de espermatozoides anormales. Cientificos de Israel y Francia realizaron estudios comparativos en los que se demostró que en aquellos casos en que existían anormalidades del semen no detectables para el ICSI convencional las tasas de embarazo eran menores, mientras que si se seleccionaban los espermatozoides a través de la tecnica del Super-ICSI los resultados subían a cerca del 60%.
De esta forma, resulta muy importante poder seleccionar únicamente aquellos espermatozoides “con mayor normalidad” de entre todos los que se encuentran en una muestra de semen para ICSI. En la técnica estándar de ICSI generalmente se visualiza a los espermatozoides en un microscopio que aumenta el tamaño de los mismos unas 200 veces, lo que permite diferenciar fácilmente aquellos de apariencia normal, de los que presentan alteraciones evidentes en su cabeza, pieza intermedia o cola.
Sin embargo, espermatozoides juzgados como normales de esa manera, pueden tener defectos más sutiles, que solamente pueden ser detectados mediante el uso de un sistema que posea una óptica de mayor aumento y resolución. Combinando un sistema óptico denominado de “contraste de fase interferencial”, objetivos de mayor poder, y amplificación electrónica de imágenes, se puede observar y seleccionar espermatozoides para inyectar en el ovulo a más de 6000 aumentos. Esta mejora del ICSI es conocida como ICSI de alta magnificación o Super-ICSI. Además, es importante resaltar que, la alta magnificación permite analizar y escoger los espermatozoides vivos, permitiendo utilizarlos en la inyección sin la necesidad de fijarlos y colorearlos lo que impide su uso posterior. De esta manera y de la mano de los constantes adelantos científicos puede lograrse una mejora sustancial en las posibilidades de obtención de un embarazo exitoso con esta nueva herramienta que se suma hoy a las técnicas de fertilización asistida.

martes, enero 22, 2008

COMO SOBRELLEVAR UNA FERTILIZACION ASISTIDA SIN DESESPERAR ?



El objetivo de los especialistas es que la infertilidad llegue a su fin. Cuando ustedes sostienen en brazos a su hijo suceden cosas maravillosas. La reinserción en el mundo que temporalmente habían dejado trae consigo alegría y felicidad. De la noche a la mañana, ustedes son los homenajeados de la fiesta que celebra el próximo nacimiento de su bebé. Van al supermercado y ahora compran leche en polvo, pañales y papillas. Leen libros de puericultura y no paran de hablar de paspaduras, cólicos, biberones a medianoche, chupetes y noches en vela. De pronto el mundo se volvió como ustedes quisieron que siempre fuera, “normal”: tienen a su bebé, su vida ha cambiado y su sueño se ha hecho realidad. La euforia inicial por esta resolución positiva será paulatinamente remplazada por la realidad de la vida cotidiana. En esta nueva vida se acordarán a menudo de todo lo pasado. Al oír que alguien iniciará un tratamiento de fertilización in vitro o al ver a una mujer que amamanta, puede que recuerden cada paso: lo inesperado del diagnóstico, sus desilusiones, sus ansias, su desesperación por ser igual a los demás. Lo cierto es que ustedes nunca olvidarán esta experiencia. Pero para que todo esto haya sucedido tuvieron que sobrellevar uno o más procedimientos de FIV - fertilización in vitro- sin desesperar. Hace cincuenta años era más fácil ser infértil.
La Medicina Reproductiva aún estaba en pañales y la única alternativa para paliar la mayoría de las disfunciones era la adopción. Pero hoy, con la llegada de la reproducción asistida de alta complejidad las parejas tienen la posibilidad cierta de solucionar inconvenientes antes impensados. Por fortuna estas técnicas hoy casi no son cuestionadas y sí más aceptadas por la sociedad. De hecho se han llevado a cabo y se llevan por miles cada día. Aún así, transitar por esta experiencia no es fácil ni muy accesible, no está libre de estrés ni garantiza el éxito. Aunque bien vale la pena poner todo de sí en el intento. Las parejas deben sortear, además, los escollos que colocan en su camino las personas o instituciones que sostienen que estos tratamientos son antinaturales y están alejados de los lineamientos de algunas religiones. Claro está que seguramente nunca estas personas sufrieron de un proceso de infertilidad.
Tampoco son avalados por algunos profesionales que, con antiguas y desesperanzadoras opiniones adversas obligan a la pareja a cuestionarse esta senda elegida. Quienquiera que haya realizado alguno de estos tratamientos sabe que éstos exigen altas demandas físicas y psíquicas. Las mujeres deben aplicarse inyecciones, hacerse ecografías y extracciones de sangre, entrar al quirófano, etcétera. Los hombres deben obtener su muestra de semen en situaciones incomodas o pasar si es necesario por biopsias, etcétera. Sin embargo no son estos factores los que más afectan a las personas que realizan un tratamiento, sino los de índole emocional. Las preocupaciones resultan de inconvenientes como los costos de los tratamientos, la dificultad de compatibilizar horarios laborales, la necesidad de aprender un lenguaje nuevo y complejo para comprender lo que sucede y tomar las decisiones adecuadas. En esto también el médico juega un rol fundamental. Asimismo, se sienten atrapados al no saber cómo manejar la información que dudan en dar o no a familiares, amigos, obras sociales, ambiente laboral, etcétera. Les pesa tanto la incertidumbre de los tiempos como el resultado del tratamiento; temen que deba suspenderse en alguna etapa, están obligados a conocer y vivir todas las fases que atraviesa la reproducción, lo cual los involucra emocionalmente con la situación del embarazo antes de que ésta sea una realidad. Y fundamentalmente los invade el temor: sienten que estos tratamientos son su última esperanza. Desde el punto de vista psicológico, las parejas que acceden a estos tratamientos no sólo lo hacen en respuesta a una indicación médica, sino porque ellos tienen características particulares. Son creativos e independientes, muestran predisposición a buscar ayuda externa y casi siempre la relación marital es muy buena. La reacción también difiere según el sexo. Las mujeres sufren el impacto de los tratamientos con más intensidad, estrés y ansiedad que los hombres. Ellas reportan que el mayor peso de las prácticas recae sobre su propio cuerpo y les exige una disponibilidad completa. Además, la mujer siente la necesidad de generar un hijo para satisfacción de sus parejas y familiares, carga con las culpas y se deprime más ante un fracaso del tratamiento. Los hombres, por su lado, sienten culpa y preocupación porque sus esposas deben poner el cuerpo y ellos ser el sostén emocional y generalmente económico. Respecto a ellos mismos, no suelen pedir ayuda y esconden sus sentimientos, niegan su dolor, temor o preocupación, en un intento de protegerse. Por todo esto, además de estar seguros del centro y el médico actuante, sería conveniente que todas aquellas parejas que realicen algún tipo de tratamiento de fertilización asistida reciban el necesario apoyo psicológico durante el proceso. Si bien la realización de estos tratamientos es compleja, los resultados no deberían medirse sólo en términos de éxito en el logro de embarazos. Es importante que los pacientes valoricen el haberlo intentado, así como el grado de apoyo, fortaleza y compromiso evidenciado en el transcurso del proceso por parte de la pareja y del equipo médico actuante, condiciones que quizás no son evaluadas y tenidas en cuenta como positivas sobre todo cuando los resultados no son los ideales.
Prof. Dr. Natalio M. Kuperman
Doctor en Medicina y Cirugía Especialista en Medicina Reproductiva

viernes, febrero 02, 2007

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miércoles, noviembre 01, 2006

El Factor Masculino en Esterilidad


Un 10 a 15 % de los matrimonios tiene dificultades para lograr un embarazo. Casi la mitad de las causas pueden atribuirse al hombre. La andrología se ocupa de estos problemas que pueden ser bien diagnosticados y tratados. El diagnostico principal se hace a través del espermograma de alta complejidad llevado a cabo en laboratorios altamente especializados. Fundamentalmente se determina la concentración, movilidad, y morfología (forma) de los espermatozoides entre otros tests. Hoy es posible hasta que hombres azoospermicos –sin espermatozoides en el eyaculado- puedan tener hijos propios. El mayor y último de los avances consiste en inyectar un espermatozoide dentro de cada ovulo y cuando se forma un embrión transferirlo al utero de la mujer (ICSI).
Mas informacion en sos-parejasinfertiles.blogspot.com

jueves, octubre 26, 2006



PROXIMOS TEMAS: FERTILIZACION ASISTIDA
ENDOMETRIOSIS
ESTERILIDAD SIN CAUSA APRENTE
INFLUYEN LOS FACTORES EMOCIONALES ?
ABORTO A REPETICION
POLIQUISTOSIS OVARICA
ENFOQUE ACTUAL DE LA PAREJA INFERTIL

MAS... TUS COMENTARIOS

miércoles, octubre 25, 2006

Especial: Parejas Infertiles


Este es un espacio especial para parejas con trastornos reproductivos, donde puedan compartir y opinar sobre sus vivencias y experiencias quienes persiguen un objetivo común: tener un hijo….Aquí podrán expresar sus angustias, miedos y ansiedades. Contestar dudas que se desprenden tanto de los éxitos como de los fracasos. Semanalmente el moderador, especialista en la materia, aportará un nuevo artículo o contestará preguntas generales. En principio deben saber que:La esterilidad es la incapacidad para lograr un embarazo luego de al menos doce meses de relaciones sexuales periódicas. Afecta entre el 10 al 15 % de los matrimonios en edad reproductiva. En general un tercio de las causas son femeninas puras, un tercio masculinas puras y el tercio restante es compartido por causas femeninas y masculinas a la vez. Según podemos ver los especialistas no todas las parejas reciben un diagnostico y tratamiento adecuado en tiempo y forma y la consulta muchas veces se demora. Esa visita no debe hacerse esperar ya que la capacidad fértil de la mujer comienza a decaer a los 35 años. Deben saber que hoy en día las soluciones son muchas y están muy avanzadas. Tener hijos, es lo esperable, es parte de la historia natural de las personas, un mandato familiar y social. Esto puede minar la solidez de la pareja. Luego de superado el momento de depresión se debería comenzar a pensar en las distintas soluciones disponibles. Es bueno que se informen, pregunten y aprendan sobre causas y tratamientos en esterilidad. Tener los conocimientos disminuye la ansiedad y posibilita hallar los profesionales y centros adecuados.Entonces…. No renuncies. Lo importante es ponerse en marcha…. No están solos…
LOS BENEFICIOS DE FORMAR ESTE SITIO DE SOPORTE Y OPINION:
· Desarrollar la capacidad de sentirse identificado con el otro lo que le permite aumentar su autoestima y aliviar los sentimientos de frustración y rabia.
· Sentirse acompañados al darse cuenta que no están solos.
· Recibir información sobre su enfermedad y conocer los adelantos de la ciencia.
· Intercambiar experiencias y vivencias y asi autoayudarnos. Esperamos tu contribucion .......

VER NUEVOS ESPACIOS: FERTILIZACION ASISTIDA... ENDOMETRIOSIS....